Signos de ansiedad que no son tan comunes

¿Te has sentido atrapado en un torbellino de pensamientos difícil de parar? ¿Notas cambios sutiles pero persistentes en tu comportamiento diario?

Sé que a veces vamos tan rápidos en el día a día que no nos paramos a ver qué nos está ocurriendo, pero déjame decirte que es posible que estés viviendo con algo de ansiedad.

La ansiedad deja ver que mi sistema nervioso está alterado.  A veces no lo notamos fácilmente porque no son síntomas de los que se suela hablar ni fácilmente reconocibles como los típicos signos físicos: opresión en el pecho, dificultad para respirar… Bien, estos síntomas pueden corresponder a una ansiedad elevada o incluso a un ataque de ansiedad o ataque de pánico. Pero la ansiedad va mucho más allá.

La ansiedad denota que nuestro sistema nervioso necesita calma y no la está pudiendo encontrar.

Me encuentro frecuentemente en consulta personas que viven aceleradas o tienen síntomas inespecíficos que, cuando rascamos un poco más, dejan ver que existe una ansiedad de base de la que no estaban siendo conscientes.

Y esto genera mucho malestar.

Porque si no sé lo que me pasa, no sé lo que necesito para encontrarme mejor.

Por eso, aquí te dejo algunos ejemplos de síntomas y signos que te pueden indicar que tienes ansiedad

1. Perfeccionismo Obsesivo

Sientes una presión constante para hacer todo perfectamente. Te comparas todo el rato, sientes constantemente que tienes que hacerlo mejor.

Incluso las tareas más pequeñas pueden convertirse en una fuente de estrés insoportable o difícil de manejar.

2. Procrastinación

Evitas comenzar proyectos, incluso aquellos que solías disfrutar. Tareas de trabajo, de estudios, de quehaceres domésticos…

Procrastinas, incluso, contestar mensajes o llamadas de amigos o familiares o tus rutinas de autocuidado.

3. Desconexión Emocional

Te sientes desconectado emocionalmente de las situaciones y de tus seres queridos.

Incluso en momentos de alegría, te sientes out. Es una manera en la que tu sistema nervioso responde ante la sobrecarga de activación.

A veces te sorprendes habiendo pasado mucho más tiempo del que te gustaría con el móvil, redes sociales…haciendo nada. Es una manera de, inconscientemente, desconectar de la realidad y de las emociones.

4. Dificultad para tomar decisiones

Incluso las decisiones simples pueden convertirse en una tarea abrumadora cuando existe ansiedad subyacente.

El miedo a tomar la decisión equivocada puede paralizarte y bloquearte. Esto no te permite avanzar incluso en decisiones cotidianas. La incertidumbre y el miedo se apoderan de ti.

5. Síntomas físicos variados e inexplicables

Experimentas dolores de cabeza, dolores musculares o problemas gastrointestinales sin causa aparente. También es frecuente que puedas ponerte mala con mayor facilidad y frecuencia. La ansiedad constante va de la mano de un sistema nervioso desregulado.

 Esto puede generar picos de cortisol elevados constantes que incrementan nuestra respuesta de lucha/huída, provocan cambios hormonales, inflamación de bajo grado, desregulación del sistema inmunitario…

6. Evitar situaciones sociales

Evitas asistir a planes, cancelas quedadas o te vas pronto cuando te empiezas a encontrar incómoda.

Te sientes juzgada, evalúas constantemente las situaciones, y esto te agota.

7. Diálogo interno negativo

El cómo te hablas es fundamental. Cuando existe ansiedad, puedes tender a hablarte en un tono más crítico, más juzgador, menos amable.

Esto a su vez, incrementa tu sensación de no estar haciendo las cosas bien y te genera más ansiedad

¿Qué puede ayudarme a manejar la ansiedad?

A veces nos resulta muy difícil manejar la ansiedad en el día a día. Lo primero que necesitamos para ello, es pararnos a sentir e identificar que, efectivamente, sentimos ansiedad. 

Para ello este puede ayudar sentarte en un sitio cómodo y simplemente, notar cómo está tu cuerpo. 

Cómo notarlo:

  • Si notas tu cuerpo tenso (la espalda contracturada, la mandíbula en tensión…) es posible que tu cuerpo esté acumulando estrés que no se está permitiendo salir.
  • Si notas que tu cabeza va a 1000 revoluciones por minuto, va hilando pensamientos de un lado a otro, está en bucle constante y preocupada sobre cosas que pueden pasar, intenta buscar controlar todo lo incontrolable…, es otro síntoma claro a nivel mental. 
 

¿Qué hago entonces?

Ejercicios que te ayuden a estar en el presente (yoga, meditación, mindfulness), respiración consciente y diafragmática, conexión corporal contigo misma y con otra personas, practicar la gratitud, mantener rutinas saludables, des-identificarte de lo que piensas, buscar alternativas o hablarte de manera amable… son algunos aspectos importantes que pueden ayudarte a manejar tu ansiedad y calmar tu sistema nervioso. 

Más adelante publicaré otra entrada profundizando acerca de esto.


Si te sientes identificada con estos síntomas, claramente tu cuerpo te está avisando de que necesitas parar y hacer algo diferente. Mereces vivir plenamente y darte eso que necesitas.

Si quieres iniciar un proceso de terapia para aprender a manejar las emociones del día a día, contacta con nosotras. Estamos encantadas de acompañarte.

La terapia es un acto de amor propio para toda la vida.

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Sofía

Soy Sofía Reguillos Garzás, Psicóloga general sanitaria. Soy una persona con vocación de ayudar a los demás, y me considero una gran apasionada de de la mente humana.

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