Relaciones sanas y no sanas, ¿En qué se diferencian?
En ciertas épocas del año pasamos más tiempo con nuestra pareja, y esto puede hacer que se fortalezca la relación, o se tambalee si percibo cosas que no me gustan.
Es posible que esté saliendo de una ruptura que me ha hecho daño y no sé cómo catalogar lo que me ha pasado.
O simplemente, me gustaría que las próxima relación sentimental que establezca pueda tener una base sana y no se convierta en una relación tóxica.
Sea cual sea tu situación, comparto contigo algunas claves que diferencian a las relaciones sanas. Espero que te sirva y te ayude a la reflexión:
- – Los celos no son muestra de amor, sino de inseguridad
Los celos son una muestra del miedo que tenemos a perder a esa persona.
- Hemos de diferenciar si el miedo está justificado por algo objetivo (infidelidad, mentiras…). Si esto es así, la otra persona ha de asumir su responsabilidad y ambos hemos de trabajar JUNTOS para reestablecer la base de confianza de la pareja
- Los celos continuos lejos de fortalecer la relación, la debilita. Si no existen pruebas objetivas por las que mantener la desconfianza, hay que alejarse de intentar que la otra persona nos demuestre su amor de forma continua pues esto desgasta el vínculo. Hay que trabajar en las propias inseguridades, abordar mi mundo interno y fortalecer la relación con unos cimientos fuertes.
- Dependencia emocional
Cuando me manejo en dependencia emocional, quiere decir que mi estilo de apego es inseguro y deposito la seguridad en la otra persona para yo sentirme bien.
Dentro de la dependencia emocional encontramos baja autoestima y dificultades en la autovalía. Durante mi vida he aprendido que en los vínculos afectivos tengo que mantener presente a la otra persona, tengo miedo al abandono o puedo sentir que no soy suficiente, que no soy dignx de amor. No he podido aprender estrategias para responsabilizarme yo mismx de mis emociones y pensamientos y necesito que sea la otra persona quien me acompañe.
He de potenciar mi rol adulto e independiente, mi autonomía en mis aficiones, amistades, familiares, planes de futuro y proyectos personales.
La pareja es una elección, no una necesidad.
- Faltas de respeto
La violencia física, psicológica, sexual, económica o social puede ser bidireccional o unidireccional. Si es unidireccional y se trata del hombre hacia la mujer, teniendo en cuenta variables personales y sociales, estaríamos hablando de violencia de género.
NUNCA están justificadas las faltas de respeto. Ambos (o más) miembros de la relación merecen el mismo cariño y respeto. Gritos, insultos, humillaciones, golpes a muebles o paredes, arrojar objetos, empujar, agredir… son violencia. En ocasiones la frutración nos puede hacer perder los nervios pero ese problema es MIO y YO elijo cómo responder a MI frustración. Puedo irme y hablar cuando esté más calmadx, por ejemplo, en lugar de recurrir a la violencia.
Aprender a autorregularme y no ejercer ningún tipo de violencia así como establecer límiter y no normalizar que ejerzan violencia conmigo, me ayudará a construir una relación sana, o marcharme de una que no lo es.
- Infidelidad y deslealtad
Una deslealtad puede ser de muchos tipos (faltar a un compromiso mutuo, ir en contra de valores compartidos y negociados, realizar una infidelidad física o emocional, etc).
La persona que ha cometido la deslealtad es importante que pueda responsabilizarse de lo cometido, para, si es posible, reestablecer las bases sólidas de confianza y proyecto común en la pareja.
La otra persona puede decidir si quiere continuar la relación reconstruyendo el vínculo o prefiere finalizar la relación. Si decide continuar, es importante no retroalimentar rencores y no volver continuamente al tema en cuestión. La persona que cometió la deslealtad ha de respetar los tiempos y espacios de su pareja en el proceso.
- Comunicación
Es erróneo pensar “mi pareja debería saber lo que estoy sintiendo”. Esto es fruto de un aprendizaje distorsionado sobre el amor. Tu pareja no puede leerte la mente.
Con el tiempo, nos vamos haciendo el uno al otro y vamos entendiendo sus expresiones y sus formas de comunicación no verbal. Pero ni esto es infalible 100% si no hay una comunicación clara. Sin duda, para que una pareja funcione en sus desencuentros, debe haber una buena comunicación.
- Libertad individual
Una pareja de 2 se compone de tres partes: Un miembro, el otro miembro y la relación entre ambos.
La otra persona no me pertenece, es importante respetar sus tiempos, sus espacios personales, sus aficiones y proyectos vitales así como su círculo de amistades y familiares.
Si alguno de los tres componentes de la relación falla, la relación está coja
- Tiempo de calidad
Así como hay que respetar el espacio de cada uno, hay que cuidar el espacio conjunto. Lo que formamos ambos como pareja. Como una planta, las relaciones hay que regarlas con cuidado, con mimo y esmero.
Disfrutar de espacios conjuntos donde centrar la atención el uno el en otro. Donde poder reír, reflexionar juntos, debatir, proporcionarnos cariño, mantener relaciones sexuales y momentos de intimidad, es regar la relación. A veces la rutina o la convivencia merma esto, es importante no perderlo para que la relación crezca sana y fuerte.
- Responsabilidad afectiva
Bien es cierto que ya no somos niñxs, por lo que es importante ser capaces de gestionar nuestras propias emociones, no podemos pretender que la otra persona sea quien me calme siempre cuando estoy triste o preocupadx.
No obstante, en una relación es fundamental que exista empatía y cercanía emocional. Aunque no sea mi responsabilidad regular tus emociones, sí es mi responsabilidad ser un apoyo para ti en los momentos que sé que necesitas apoyo, o no provocar conscientemente una situación que te genere dolor o malestar.
El vínculo de una pareja sana es precisamente un vínculo seguro, donde se que en la otra persona puedo encontrar calma y serenidad.
- Sinceridad
Una relación sentimental ha de ser lugar de calma y sosiego. Esto no puede ser posible si existen mentiras u ocultamientos.
Esto no significa que tenga que compartir todo de mi si no estoy preparadx, pero sí que no oculte o mienta sobre aspectos importantes que puedan afectar a la relación o a la otra persona.
Poder hablar sobre lo que piensas y sientes con tu pareja es fundamental para construir un vínculo con una base férrea. Siempre puede haber desencuentros, como vemos de forma regular en terapia de pareja, pero compartir nuestros puntos de vista desde el cariño y la sinceridad establece la posibilidad de encontrar alternativas de solución.
Espero que te haya gustado. Si tienes consultas o quieres trabajar sobre tu relación pasada o presente, no dudes en consultarme.
