Tanto la Medicina como la Psicología han ido evolucionando a lo largo del tiempo. lo cual ha contribuido a un mejor conocimiento de la persona en su conjunto. Al contrario de lo que se antes se pensaba, mente y cuerpo son un todo inseparable, pues no existen de manera diferenciada sino coordinados por nuestro sistema nervioso.
Dentro del sistema nervioso, nuestro sistema nervioso autónomo (SNA) se encarga de las funciones del cuerpo de las que no somos conscientes (ritmo cardíaco, respiración, funcionamiento de órganos, hormonas etc). Así pues, podríamos decir que dentro de este SNA, el sistema nervioso simpático activa nuestro organismo y el sistema nervioso parasimpático lo desactiva.
Múltiples estudios avalan por ejemplo cómo el estrés y la ansiedad mal gestionados pueden
provocar una respuesta inflamatoria en el organismo que da lugar a diferentes cuadros físicos, o cómo un adecuado manejo emocional es esencial a la hora de afrontar una enfermedad crónica, como el cáncer.
¿A quién no le resultan familiares los dolores musculares, cefaleas o trastornos
gastrointestonales sin razón médica aparente?
Evitar o suprimir nuestras emociones no significa que desaparezcan, sino que será nuestro sistema nervioso autónomo quien las exprese de una manera no controlada y a veces difícil de identificar. Este proceso por el cual las emociones reprimidas se expresan mediante síntomas físicos se llama somatización.
Todos/as en mayor o menor medida podemos llegar a somatizar sin ser conscientes y esto
tiene mucho que ver con que no hemos aprendido a leer los mensajes de nuestro organismo, también en materia de emociones. Como sabemos, las emociones tienen un componentes concretos a nivel cognitivo (pensamientos), conductuales (maneras de actuar) y psicofisiológicos (sensaciones físicas).
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¿Qué podemos hacer para manejar estos síntomas somáticos? Sin lugar a dudas la vía es sencilla a la par que a veces complicada: Escucharnos
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- Identificar en el momento qué emoción estoy sintiendo, qué pensamientos van acompañados y qué sensaciones físicas: ¿en qué parte del cuerpo lo siento?
- Expresar esas emociones. Abrázala, no la expulses pues va a volver en otro idioma físico. Gestionala adecuadamente según te lo pida.
. - Realizar actividades que disminuyan la activación del sistema nervioso y te relajen. Pueden ser múltiples y variadas: hobbies, escuchar música, un baño relajante, pasear…
. - Un extra sería realizar ejercicios de relajación, yoga, pilates, meditación…
. - La psicoterapia puede ayudarte en este camino de comprender tu cuerpo y tu mente.
Escucha siempre a tu organismo: Te está hablando
